«Porque las cosas invisibles de él, su eterno poder y deidad, se hacen claramente visibles desde la creación del mundo, siendo entendidas por medio de las cosas hechas, de modo que no tienen excusa».

Romanos 1:20

 

Dios nos ha dado a todos un sin número de evidencias para creer en Él. La duda surge cuando no nos detenemos lo suficiente para observar todas las evidencias.

 

De vez en cuando, deberías dedicar tiempo para reflexionar sobre la trayectoria de Dios en tu vida, para maravillarte ante la obra del Creador.

 

Necesitamos conocer mejor a Dios; porque ser salvo es tener la revelación de la gloria de Dios. ¿Lo conoces? Conocerlo es conocer sus caminos. Jesús es el camino a la salvación. Tómate un momento para estar quieto. ¿Cómo puede lo creado no saber que el Creador está cerca? La naturaleza respeta a Dios. Los animales respetan a Dios.  Dios no te hizo una criatura que vive por instinto sino que te dio una conciencia para hacerte espiritualmente inclinado a discernir Sus Caminos. Tú eres el mayor producto del Espíritu Santo. Por eso tu espíritu necesita ser despertado. Es hora de que dejemos de desobedecer la Palabra de Dios, dejemos de huir de la voz interior de nuestra conciencia y sintamos la presencia de Dios en nuestras vidas desde que éramos pequeños hasta ahora.

 

Cada día recibimos de Dios el fruto de Su misericordia, entreguémonos a Su servicio, todo lo que somos, todo lo que tenemos y todo lo que podemos hacer, al fin y al cabo ¿qué retribución hay por recibir estas riquezas?

 

EL LLAMADO DE LA SABIDURÍA

Es cierto que con el tiempo llega la experiencia, pero la sabiduría divina de Dios no conoce edad, ni raza, ni barrera o división. Hoy, toma la decisión de acudir al llamado de la sabiduría, y esto comienza con el simple entendimiento de que Dios es Dios y que debemos reverenciarlo.

LO QUE ES DE DIOS

Esta instrucción de Jesús nos recuerda que hagamos lo que hagamos en esta tierra, sea lo que sea con lo que nos encontremos y lo que sea que se nos presente, nada debe apartar nuestro corazón de Dios. Diferentes responsabilidades, desafíos y presiones pueden pelear por llamar nuestra atención, pero nada debe tomar el lugar de Dios en nuestro corazón, porque nuestro corazón le pertenece a Él.

PERMITE QUE EL ESPÍRITU SANTO TE GUÍE

Cuando prestamos atención a la Palabra de Dios, viéndola no como una palabra ordinaria sino como la Palabra de Dios, entonces nuestra mente será renovada y nuestro corazón comenzará a desear las cosas de arriba. Debemos estar espiritualmente inclinados a descubrir las cosas espirituales.