2 reyes 7:6-7

«Porque Jehová había hecho que en el campamento de los sirios se oyese estruendo de carros, ruido de caballos, y estrépito de gran ejército; y se dijeron unos a otros: He aquí, el rey de Israel ha tomado a sueldo contra nosotrosa los reyes de los heteos y a los reyes de los egipcios, para que vengan contra nosotros. Y asíse levantaron y huyeron al anochecer, abandonando sus tiendas, sus caballos, sus asnos, y el campamento como estaba; y habían huido para salvar sus vidas.»

Aunque el Señor había hecho que el enemigo huyera del campamento, fue hasta que la desesperación hizo que los cuatro leprosos entraran en el campamento cuando finalmente lo descubrieron y se encontraron con las bendiciones de Dios. Incluso el rey, cuando escuchó lo sucedido, no lo creyó y seguía atado por el miedo al enemigo el cual ya había huido.

¿Cuántos de nosotros, como la gente de la ciudad moribunda, azotada por el hambre, nos rendimos al miedo, a la desesperación y nos resistimos a salir cuando Dios ha ahuyentado a nuestro enemigo? El miedo puede paralizarnos y atormentarnos, y robarnos las oportunidades de la vida. ¿Cuántos minutos, horas, días, semanas, meses e incluso años hemos desperdiciado por culpa del miedo?

El miedo cambia nuestro enfoque. El miedo debilita tu resolución, determinación y fuerza de voluntad. Millones de personas se han rendido a sus miedos mientras su corazón sueña con un milagro. No dejes que esto te ocurra hoy.

Recuerda, existen muchos miedos; el miedo a la pérdida, al fracaso, a la pobreza, a la falsa acusación, a la enfermedad y al rechazo, pero tienes un Amigo, un Consolador, el Espíritu Santo. Recuerda siempre, el Espíritu Santo puede eliminar todo temor del hombre.

Acércate al Espíritu Santo. Ven a Su presencia. Pídele que disipe cada átomo de miedo dentro de ti, en el nombre de Jesús, para que puedas salir y recibir la bendición de Dios para tu vida.

DIOS HA ROTO LAS PUERTAS DE BRONCE

Si crees que Jesús ha quebrantado las puertas de bronce, y desmenuzó los cerrojos de hierro en tu vida, entonces las alabanzas de cada alma viviente no serían suficientes para agradecerle.
Mientras estemos vivos, alabemos a Dios y en cada momento de cada día agradezcámosle por Su bondad y maravillosa obra, porque Él nos ha hecho libres.

EL PASE DE ACCESO

«El Libro de Juan 1:12 dice que somos hijos e hijas de Dios con poder. ¿Cómo tenemos acceso a ese poder? El pase de acceso: sólo creer. Ese es el poder de la fe. La fe es la fuerza espiritual que nos permite marcar la diferencia».

EL ARMA DE LA JUSTICIA

«¿Estás enojado, frustrado y molesto hoy por las manifestaciones de las tinieblas en la humanidad? Ven a Dios en oración pidiendo misericordia, verdad y justicia. Deja que este Salmo te recuerde que Dios es el Creador y Juez de todos. Estamos llamados a entregar nuestros corazones a Él, quien habla paz en los conflictos y usa el arma de la justicia para pelear por nosotros».