«¿Se olvidará la mujer de lo que dio a luz,



para dejar de compadecerse del hijo de su vientre?



Aunque olvide ella,



yo nunca me olvidaré de ti.



He aqui que en las palmas de las manos te tengo esculpida»;



Isaías 49:15-16

Dios siempre quiere estar involucrado en nuestras vidas como lo hacen las madres. Él quiere estar involucrado en todos los aspectos de nuestras vidas, pero es muy común para nosotros, a medida que crecemos, creer que, con la inteligencia, habilidad, recursos que tenemos, con la posición que ocupamos, podemos hacerlo todo solos y gradualmente, comenzamos a olvidarnos de Dios en nuestra vida diaria. Que triste es solo ver a Dios como tu Dios Soberano, y no como un niño ve a su padre, y a su madre. Si sólo empezamos a buscar el rostro de Dios cuando la vida se vuelve incierta, entonces, ¿cuál es la posición de Dios cuando las cosas aparentemente van bien?

Dios te ama. Al igual que una madre, Él quiere estar presente en cada etapa de nuestras vidas. Ya sean tiempos fáciles o difíciles, Él quiere estar ahí contigo. Quiere tener una relación de amor contigo. Pero ¿por qué muchos quieren amar a Dios y sentirse amados por Dios sólo cuando los tiempos son difíciles? Parece que sólo necesitan que Dios cambie su difícil situación. Pero cuando los tiempos son favorables, están demasiado ocupados para mantener su relación con Dios. ¿Qué hay de ti?

Cuando los tiempos se vuelven difíciles, no eres olvidado por Dios. A veces, debido a Su profundo amor por ti, Él puede permitirte pasar por momentos difíciles para que puedas volver a encaminarte y recordar al Dios que te ama. En el Antiguo Testamento, el pueblo de Dios cambió a su Dios por otros dioses. Sin embargo, cuando se acercaron y reconocieron sus pecados ante Dios, 2 Crónicas 30:9 dice: «…porque Jehová vuestro Dios es clemente y misericordioso, y no apartará de vosotros su rostro si volviereis a él»porque has sido inscrito en la palma de las manos de Dios.

Y aunque el amor de Dios por nosotros es tan ilimitado, a veces Él se toma Su tiempo para concederte tu petición, porque Su plan de éxito para ti es hasta la eternidad. Cuando Dios se toma Su tiempo, puede parecer que está callado, pero Dios es un Dios que recuerda. Después de todo, «¿Quién nos separará del amor de Cristo?» (Romanos 8:35) Búscalo con todo tu corazón y comenzarás a ver las manos de Dios, en las que está inscrito tu nombre.

ASEGURA TU CORAZÓN

Una casa construida sobre la roca permanece para siempre.
Por la fe, comenzamos a ver no a nuestras debilidades sino a creer que tenemos la justicia de Dios en Cristo Jesús. La justicia es la posición correcta delante de Dios. En Su presencia, tu corazón está seguro.

RENUEVA TU ESPÍRITU

A pesar de cuidar mucho nuestro aspecto físico, muchos de nosotros estamos desanimados, frustrados, temerosos, enojados, amargados y ofendidos en nuestro interior, y eso se manifiesta en nuestras palabras y en nuestro comportamiento, por mucho que intentemos ocultarlo. ¿Por qué? Porque nuestro corazón no está limpio y nuestra mente no está renovada.

CONDENADO POR TU CONCIENCIA

A menudo, la reprensión más fuerte es la que viene de nuestro interior. Porque los motivos de nuestro corazón no se pueden ocultar, y nadie nos conoce mejor que nosotros mismos. Por eso, si somos condenados por nuestra conciencia, hay esperanza para nosotros.