La Biblia dice que conocer a Dios no consiste sólo en ver Sus milagros, sino en aprender Sus caminos. ¿Cómo aprendemos los caminos de Dios?
Dios es Espíritu: ésta es una de las primeras, de las más grandes, de las más sublimes y necesarias verdades en el ámbito de la naturaleza.
¿Qué quiere Dios de nosotros?
¡Dios está reuniendo en Cristo, a través de las generaciones, un cuerpo de adoradores espirituales que le adoran en espíritu y en verdad!
En espíritu y en verdad, ¡eso es lo esencial y necesario! (Juan 4:24)
Jesús dice: «nadie viene a Mí si el Padre no le atrae».
También dijo: «nadie viene al Padre si no es por Mí».
¡Jesús es el único camino!
Nuestra unión espiritual con Cristo establece un profundo sentido de intimidad con Dios. En Juan 15:5 Jesús dijo: «Yo soy la vid y vosotros los pámpanos».
¿Cómo nos encontramos con Jesús hoy?
Sólo podemos relacionarnos y encontrarnos con Jesucristo a través de Su Palabra y por Su Espíritu.
Es la Palabra de Dios la que construye el puente de fe que nos conecta con Dios.
La Palabra dominando nuestro corazón es el Señorío de Cristo en nosotros. Por eso Jesús nos pide que permanezcamos en Su Palabra.
En Juan 8:31-32 Jesús dijo
«Entonces Jesús a los judíos que habían creído en él: Si vosotros permaneciereis en mi palabra, seréis verdaderamente mis discípulos;
y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres».
Necesitamos permitir que la Palabra de Dios esté en medio de nuestro corazón. LaPalabra reveladora de Dios en nuestro corazón nos lleva más allá del ámbito del conocimiento sensorial, a la presencia misma de Dios en el Espíritu.
Allí nos encontramos con Dios cara a cara.
¡La Palabra es la presencia viva de Dios!
¡Abramos nuestro corazón a la Palabra de Dios y entremos en Su presencia!
Yo estoy en ella, tú estás en ella y, lo que es más importante, Dios está en ella.