«Puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe, el cual por el gozo puesto delante de él sufrió la cruz, menospreciando el oprobio, y se sentó a la diestra del trono de Dios». Hebreos 12:2

  • Si los héroes de la fe en Hebreos hubieran mirado atrás, no habrían obtenido el premio. (Hebreos 11:15).
  • Si los ancianos de la iglesia de Éfeso hubieran logrado desanimar a Pablo de ir a Jerusalén, él habría perdido la cita divina para predicar el mensaje de salvación en Roma. (Hechos 20:17–38).
  • Si Jesús hubiera escuchado las palabras simpatizantes de Pedro en lugar de reprenderlo, habría contristado al Espíritu Santo. (Mateo 16:22-23).

La tentación más grande que enfrentamos como creyentes es ver la vida, sus situaciones y adversidades desde un punto de vista humano debido a que somos tentados a actuar contrarios a la voluntad de Dios, y al hacer eso, estamos contristando al Espíritu Santo de Dios con el cual fuimos sellados para el día de la redención. (Efesios 4:30).

Pablo preguntó a los Gálatas por qué aun habiendo comenzado por el espíritu, pensaban que podían avanzar en su fe a través el esfuerzo humano.«¿Tan necios sois? ¿Habiendo comenzado por el Espíritu, ahora vais a acabar por la carne?»Gálatas 3:3. Examina tu vida a la luz de esta pregunta.

Recuerda que somos salvos por gracia, a través de la fe. Si te das cuenta de que te estás juzgando a ti mismo, a los demás y a tu vida por los estándares de este mundo, en lugar de hacerlo con el estándar de Cristo, restablece tu enfoque. Fija tu enfoque en Jesús a través de Su Palabra y por Su Espíritu. Enfocarse en Él pondrá todo lo demás en perspectiva. “

EL LLAMADO DE LA SABIDURÍA

Es cierto que con el tiempo llega la experiencia, pero la sabiduría divina de Dios no conoce edad, ni raza, ni barrera o división. Hoy, toma la decisión de acudir al llamado de la sabiduría, y esto comienza con el simple entendimiento de que Dios es Dios y que debemos reverenciarlo.

LO QUE ES DE DIOS

Esta instrucción de Jesús nos recuerda que hagamos lo que hagamos en esta tierra, sea lo que sea con lo que nos encontremos y lo que sea que se nos presente, nada debe apartar nuestro corazón de Dios. Diferentes responsabilidades, desafíos y presiones pueden pelear por llamar nuestra atención, pero nada debe tomar el lugar de Dios en nuestro corazón, porque nuestro corazón le pertenece a Él.

PERMITE QUE EL ESPÍRITU SANTO TE GUÍE

Cuando prestamos atención a la Palabra de Dios, viéndola no como una palabra ordinaria sino como la Palabra de Dios, entonces nuestra mente será renovada y nuestro corazón comenzará a desear las cosas de arriba. Debemos estar espiritualmente inclinados a descubrir las cosas espirituales.