LA FAMILIA DE LA FE
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Estamos llamados a adoptar el estilo de vida de fe de Dios. (Romanos 1:17) La piedra angular de la Familia de la fe es la Palabra de Dios, y el edificio en sí es la justicia, es decir, el carácter piadoso: ¡el fruto del Espíritu! (Juan 2:19; 1 Cor 16:19; 2 Cor 16:16) Salmos 127:1 dice que Dios se está construyendo a Sí mismo en nosotros, haciéndose parte de nosotros a medida que la Palabra domina, gobierna y santifica nuestra naturaleza espiritual. Dios está, en todas las edades, reuniendo en Sí a una generación de adoradores espirituales.
Dios busca tu corazón y tu corazón anhela la eternidad. El estado de nuestro corazón es fundamental para la fe y la vida piadosa. En la Familia de la fe, la fe y el fruto del Espíritu son los dos pilares, cuyas pruebas son el conocimiento de la Palabra de Dios y el fruto del Espíritu, ¡porque la fe obra por el amor! (Gálatas 5:6) La fe trae al hombre hacia Dios y el amor trae a Dios hacia el hombre.
Si quieres ser miembro de la Familia de la fe, tienes que seguir el proceso de Dios. ¿Por qué el proceso? Significa que no hay atajos hacia la madurez espiritual: nuestro entendimiento terrenal debe dar paso a nuestro alumbramiento espiritual. La justicia no sucede por sola; se construye. Esa construcción empieza dentro de ti y requiere toda tu atención.
¿Por qué atención? La dedicación y la disciplina son frutos de la justicia. Dedica tu corazón a la Palabra de Dios y disciplina tu mente meditando en ella día y noche. (Josué 1:8) Para ser la persona de Dios, tienes que seguir Su proceso. El Espíritu Santo, el Constructor Divino, utiliza las Palabras de Dios para actuar sobre nuestra alma y producir la belleza de Cristo en ti; ¡ese es el proceso de la mente de Dios! El Salvador del mundo honró el proceso; aunque era el Hijo de Dios, Jesús aprendió la obediencia a través de lo que sufrió. (Hebreos 5:8)
Nadie puede recoger una cosecha donde no hay una semilla plantada. ¿Qué quiero decir con semilla plantada? ¡Cada país tiene una moneda establecida para las transacciones legales! ¡La única moneda que tiene curso legal en el Reino de Dios es la fe! Nos enfrentamos a la inflexible exigencia de fe de Dios.¡Nadie puede robar o apropiarse de las cosas de Dios! Así que, ¡una semilla debe ser plantada para cosechar la recompensa Celestial!
Se necesita moneda celestial para apropiarse de cosas celestiales. Esto significa que no hay atajos; tienes que pasar por el proceso de Dios. ¿Cuál es ese proceso? Tu semilla debe mover tu fe y tu fe mueve a Dios.
Plantar la semilla es poner los cimientos. ¿Cuál es el terreno para la semilla de la vida? ¡El corazón humano! ¡Dedica tu corazón a la Palabra de fe! ¡El estilo de vida de Dios consiste en construir un corazón recto! Es día a día, minuto a minuto, pensamiento a pensamiento. ¡Nuestro corazón está hecho para ser como Jesucristo! ¡Tu corazón es el templo de la Familia de la fe! Por eso tu corazón necesita abrirse para recibir la semilla de la vida divina.
– Abre tu corazón a la Palabra de Dios, ¡la piedra angular!
–.¡Abre tu corazón al Espíritu de Dios, el Constructor Divino!
– .Abre tu corazón a Su fe, ¡la moneda celestial!
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