«¿Y quién de vosotros podrá, por mucho que se afane, añadir a su estatura un codo? Y por el vestido, ¿por qué os afanáis? Considerad los lirios del campo, cómo crecen: no trabajan ni hilan; pero os digo, que ni aun Salomón con toda su gloria se vistió, así como uno de ellos. Y si la hierba del campo que hoy es, y mañana se echa en el horno, Dios la viste así, ¿no hará mucho más a vosotros, hombres de poca fe?».
Mateo 6:27-30
La preocupación interfiere con el Espíritu de Dios en nuestras vidas y destruye nuestro sentido de juicio. El espíritu humano cuando está libre de la pesada carga de la preocupación, el miedo y el pecado, es sensible al Espíritu de Dios. Tu corazón necesita estar en su mejor estado para Dios antes de que puedas orar. A menudo nos presentamos ante Dios con pensamientos pecaminosos. Por eso tienes que considerar los pensamientos que están en la mente y los deseos en el corazón. ¿Estás preocupado por el pasado? Olvídalo. ¿Te preocupa el futuro? Compromete tu futuro a Dios y decide dejar que el mañana se dé, porque cada día Dios envía su amorosa forma de ayudarte y fortalecerte.
Primero, tienes que reconocer esa ayuda. Ya está a disposición de todos los que la reconocen. ¿Ves la mano de Dios en tu vida? ¿Sabes que, independientemente de cómo te sientas en este momento, alguien quiere estar donde tú estás, alguien quiere tener lo que tú tienes y alguien quiere ser como tú? Fuiste creado para ser un solucionador de problemas, pero Dios no puede usar a un siervo desanimado. A pesar de la tentación de sentirnos desanimados y preocupados, debemos vencer esa actitud como cristianos.
¿Cómo la superamos? Diciendo de nosotros mismos lo que la Biblia dice de nosotros porque el Espíritu Santo usa la Palabra de Dios para traer paz a nuestro corazón. La fe trae tranquilidad con el conocimiento de que verdaderamente Dios está con nosotros. Un hombre o una mujer de fe siempre encuentra ánimo en lo que es desalentador al acercarse más a Dios.
- ¿Estás enfermo? La Biblia dice en Isaías 53:5 que por Sus heridas tú fuiste sanado.
- ¿Estás débil? La Biblia dice en el Salmo 27:1 que Dios es la fortaleza de tu vida.
- ¿Estás experimentando fracaso? La Biblia dice en Romanos 8:37 que en Cristo eres más que vencedor.
- ¿Estás atrapado? La Biblia dice en Juan 8:36 que el Hijo te ha liberado.
- ¿Tienes escasez? La Biblia dice en Filipenses 4:19 que mi Dios suplirá todas tus necesidades.
Recuerda que eres el mayor producto del Espíritu Santo; tu alma es tan preciosa para Dios, mucho más que los lirios del campo.