PERLA DE GRAN PRECIO
Salmos 56:8-9 dice: «Tú llevas la cuenta de todas mis angustias y has juntado todas mis lágrimas en tu frasco; has registrado cada una de ellas en tu libro. Mis enemigos emprenderán la retirada cuando yo clame a ti por ayuda. Una cosa sé: ¡Dios está de mi lado!»
Dios nunca olvida. La gente no quiere sentir dolor en esta vida, sino ser apreciada. ¿Sabes que lo que hace una perla son las lágrimas? Y esa es la razón por la que las perlas no tienen precio. De la misma manera, tu necesitas ser derretido, moldeado y llenado antes de que puedas ser una perla de utilidad para Cristo.