«Por lo cual no resbalará jamás; En memoria eterna será el justo. No tendrá temor de malas noticias; Su corazón está firme, confiado en Jehová. Asegurado está su corazón; no temerá, Hasta que vea en sus enemigos su deseo».
Salmo 112:6-8
Cada vez que salimos de casa, nos aseguramos de cerrar la puerta con llave. Nos esforzamos, invertimos tiempo y dinero en asegurar en un lugar seguro las posesiones y los recursos que son tan valiosos para nosotros. Pero, ¿qué ocurre con el motor de nuestra vida, nuestro corazón?
Recuerda que nuestro corazón es el tesoro de recursos celestiales que trae bendiciones celestiales. El descuido de tu corazón es el descuido de tu bendición y paz.
Si nuestro corazón está lleno de miedo, preocupación y ansiedad, no podremos ni siquiera disfrutar de las bendiciones que nos rodean.
¿Cómo podemos asegurar nuestro corazón? ¿Está segura tu casa? El mundo en que vivimos siempre será inestable, pero la Biblia nos dice que los justos no resbalarán. No temen las malas noticias. Esto se debe a que su corazón está seguro. Una casa construida sobre la roca permanece para siempre.
Por la fe, comenzamos a ver no a nuestras debilidades sino a creer que tenemos la justicia de Dios en Cristo Jesús. La justicia es la posición correcta delante de Dios. En Su presencia, tu corazón está seguro.