«He hecho votos delante de ti, oh Dios,
y te presentaré mis ofrendas de gratitud.
Tú, oh Dios, me has librado de tropiezos,
me has librado de la muerte,
para que siempre, en tu presencia,
camine en la luz de la vida».


Salmo 56:12-13

El rey David conocía el propósito por el que Dios lo había salvado y rescatado. Por eso, nunca olvidó la Luz cuando salió de las tinieblas.

Cuando no aprecias la vida, no puedes apreciar a tu Creador. Cuando no sabes que has sido rescatado de las tinieblas, no puedes valorar la luz verdaderamente. Pregúntale al Apóstol Pablo y te dirá en Efesios 5:8: «Porque ustedes antes eran oscuridad, pero ahora son luz en el Señor. Vivan como hijos de luz». No importa que tan oscura sea tu situación en este momento, si nos enofcamos en Jesús y en Su Palabra, Su luz iluminará nuestra alma.

En ocasiones, la belleza de la vida está oculta en la oscuridad; ya se encuentra allí para aquellos que la descubren en la luz de la revelación.

¿Estás caminando en la presencia de Dios en la luz de la vida? Tómate un momento para hacerte esta pregunta. Porque esa es la razón de tu bendición, de tu sanidad, de tu liberación, de tu salvación.

Es cierto que este mundo no es nuestro hogar; estamos de paso pero en nuestro viaje, no estamos aquí para acostumbrarnos a la oscuridad sino para brillar como luz.



EL SACRIFICIO DE JUSTICIA

No hay un tiempo para hacer lo que es correcto. Debemos disponer nuestro corazón para obedecer la Palabra de Dios, todo el tiempo. El estilo de vida de Dios nos llama a hacer lo que es correcto a los ojos de Dios en todo tiempo, aunque sea contrario a lo que por naturaleza queremos hacer. Elegir hacer lo correcto es una gran prueba para nuestra carne.

¿Qu¿Qué es el sacrificio de justicia? Elegir hacer la voluntad de Dios en lugar de la nuestra. Cuando nuestra carne dice odio, Dios dice amor. Se necesita amor sacrificial para amar a tu enemigo y orar por él. Estas son las armas de la justicia. Este es el sacrificio que Jesús mira y recompensa. Aunque no sea un sacrificio grande o en el exterior, es lo que Jesús valora.

UNA VIDA NUEVA

Cuando hablamos de la resurrección de nuestro Señor Jesucristo, estamos hablando de la excepcional oportunidad que Él ha dado a todos los creyentes de experimentar un nuevo comienzo; una situación en la que cada área muerta de nuestras vidas recibe una nueva vida.

Estamos muertos a nuestro pasado y vivos para nuestro futuro. El poder del pecado sobre nosotros ha sido roto y ahora nos revestimos de la nueva vida de Cristo: en Él vivimos, en Él nos movemos y en Él tenemos nuestro ser. Este es el significado de la resurrección.

EL SEÑOR HA AHUYENTADO A TU ENEMIGO

¿Cuántos de nosotros, como la gente de la ciudad moribunda, azotada por el hambre, nos rendimos al miedo, a la desesperación y nos resistimos a salir cuando Dios ha ahuyentado a nuestro enemigo? El miedo puede paralizarnos y atormentarnos, y robarnos las oportunidades de la vida. ¿Cuántos minutos, horas, días, semanas, meses e incluso años hemos desperdiciado por culpa del miedo?