«Si tú dispusieres tu corazón,
Y extendieres a él tus manos;
Si alguna iniquidad hubiere en tu mano, y la echares de ti,
Y no consintieres que more en tu casa la injusticia,
Entonces levantarás tu rostro limpio de mancha,
Y serás fuerte, y nada temerás;
Y olvidarás tu miseria,
O te acordarás de ella como de aguas que pasaron.
La vida te será más clara que el mediodía;
Aunque oscureciere, será como la mañana.
Tendrás confianza, porque hay esperanza;
Mirarás alrededor, y dormirás seguro.
Te acostarás, y no habrá quien te espante;
Y muchos suplicarán tu favor».




Job 11:13-19

Al entrar en este Año Nuevo, renueva tu pacto con Dios: un pacto de
perdón, humildad, sencillez, obediencia y amor. Esto es lo que llamamos un nuevo comienzo.

Como hizo Job, tenemos que darnos cuenta de que la vida le pertenece a Dios, no nos pertenece a nosotros. Si la vida nos perteneciera, podríamos controlarla. Debemos vivir hoy como si fuera nuestro último día en la tierra. Es así como seremos sensibles a la voz de Dios en nuestro corazón.

El Espíritu de Dios en nuestro corazón clama naturalmente ¡Abba Padre! Este sentido de paternidad trae una base natural para la oración,
porque la oración es una relación que existe entre Dios y Sus hijos. La oración no es algo tuyo, es una relación que se construye. Por eso tenemos que trabajar para poner en sintonía nuestro corazón para la oración. Orar como Dios quiere que oremos es el mayor logro sobre la tierra. La vida que vives determina con qué manejas tu corazón. Así que, maneja tu corazón con el nombre de Jesús, eso es la oración efectiva.

Permite que la Palabra de Dios continúe manejando tu corazón. Permite que Su Palabra continúe manejando tu espíritu. No importa lo que pase, no importa lo que venga, no dejes que nada te aparte de Su pacto.



DIOS PRIMERO

Aprendamos de David, que estaba dispuesto a ser humillado ante sus propios ojos para que Dios fuera honrado. Pregúntate a ti mismo: ¿Qué lugar ocupa honrar a Dios en tu lista de prioridades? ¿Le das gracias por todo lo que ha hecho en tu vida, a lo largo de todo el camino? Mientras que los hombres miran el exterior, Dios mira los motivos del corazón. En lugar de preocuparte por la opinión de los demás sobre ti, deja que el motivo de tu corazón cada día sea honrar a Dios antes que a ti mismo.

EL SACRIFICIO DE JUSTICIA

No hay un tiempo para hacer lo que es correcto. Debemos disponer nuestro corazón para obedecer la Palabra de Dios, todo el tiempo. El estilo de vida de Dios nos llama a hacer lo que es correcto a los ojos de Dios en todo tiempo, aunque sea contrario a lo que por naturaleza queremos hacer. Elegir hacer lo correcto es una gran prueba para nuestra carne.

¿Qu¿Qué es el sacrificio de justicia? Elegir hacer la voluntad de Dios en lugar de la nuestra. Cuando nuestra carne dice odio, Dios dice amor. Se necesita amor sacrificial para amar a tu enemigo y orar por él. Estas son las armas de la justicia. Este es el sacrificio que Jesús mira y recompensa. Aunque no sea un sacrificio grande o en el exterior, es lo que Jesús valora.

UNA VIDA NUEVA

Cuando hablamos de la resurrección de nuestro Señor Jesucristo, estamos hablando de la excepcional oportunidad que Él ha dado a todos los creyentes de experimentar un nuevo comienzo; una situación en la que cada área muerta de nuestras vidas recibe una nueva vida.

Estamos muertos a nuestro pasado y vivos para nuestro futuro. El poder del pecado sobre nosotros ha sido roto y ahora nos revestimos de la nueva vida de Cristo: en Él vivimos, en Él nos movemos y en Él tenemos nuestro ser. Este es el significado de la resurrección.