«Él da esfuerzo al cansado, y multiplica las fuerzas al que no tiene ningunas. Los muchachos se fatigan y se cansan, los jóvenes flaquean y caen; pero los que esperan a Jehová tendrán nuevas fuerzas; levantarán alas como las águilas; correrán, y no se cansarán; caminarán, y no se fatigarán».

Isaías 40:29-31

¿Te has preguntado alguna vez qué hace que las águilas sean diferentes de las demás aves? Ellas se elevan con el viento, en lugar de aletear con sus alas. Por eso pueden volar donde ninguna otra ave puede volar.

Esta es la promesa de Dios para ti, que, si esperas en el Señor, y confías en Su voluntad y Su tiempo y Su camino, no necesitas pelear la batalla. Si el Espíritu Santo te lleva a un lugar de batalla, Él no te dejará sin victoria, Él manifestará Su fuerza en tu debilidad y te levantarás, te elevarás por encima de todos los obstáculos que vengan en tu camino.

¿Estás cansado? ¿Estás frustrado? ¿Desfallece tu fe?

Como dice David en Salmos 61:2, cuando pones tu confianza en Dios, la poderosa mano de Dios te llevará sobre la roca que es más alta que tú al lugar seguro, bajo la sombra del Dios Todopoderoso. Por lo tanto, cualquiera que sea tu situación, habla la Palabra de fe y esa Palabra te llevará más allá del conocimiento sensorial hasta la misma presencia de Dios.

Así como el viento eleva a las águilas por encima del cielo, de la misma manera, la fe en Cristo te elevará por encima del ámbito de tus propias imposibilidades y hará que las posibilidades de Cristo estén disponibles para ti.

EL DUEÑO DE MI ALMA

¿Cuál es el valor de la vida humana? No importa cuántas riquezas poseamos, o cuántas posesiones tengamos en esta vida, nunca jamás podremos tener lo suficiente para ser dueños de nuestra alma. Sólo Dios es quien determina el principio y el fin de la vida, y sólo Él puede redimir nuestra alma, para darnos la vida eterna.

CONTINUAMENTE

La Biblia dice en el Salmo 121:3 que Dios nunca cierra Sus ojos sobre nosotros, que Él vela por nosotros, Él que nos guarda no se adormece ni duerme. Si Él está con nosotros todo el tiempo ¿por qué entonces muchos de nosotros sólo buscamos refugio en Él ocasionalmente?

TU CORAZÓN ESTÁ EN SUS MANOS

¿Tienes ganas de rendirte cuando oras por situaciones o personas? No te desanimes, porque la oración no son palabras vacías, sino el reconocimiento de que existe un reino superior que controla los mundos visible e invisible. Y el Rey de este reino es el Rey de tu corazón. Cuando Él dice sí, nadie puede decir no.