«Tus maestros nunca más te serán quitados, sino que tus ojos verán a tus maestros. Entonces tus oídos oirán a tus espaldas palabra que diga: Este es el camino, andad por él; y no echéis a la mano derecha, ni tampoco torzáis a la mano izquierda».


Isaías 30:20-21

No hay un estado del ser tan reconfortante como vivir en sintonía con Dios. La Biblia dice en el Salmo 103:7, «Sus caminos notificó a Moisés,y a los hijos de Israel sus obras».

Y cuando Dios dio a conocer Sus caminos a Moisés, él continuó andando en ellos. Eso fue lo que lo caracterizó como amigo de Dios. A lo largo de la historia, los generales de Dios comprendieron este secreto, que el conocer a Dios no es sólo ver Sus obras, sino aprender Sus caminos.

En las últimas palabras de David a su hijo Salomón, quien iba a sucederle como rey, le encargó que anduviera en los caminos de Dios (1 Reyes 2:3). Cuando Dios se le apareció a Salomón en sueños y le pidió lo que quería, le dejó claro que la bendición de Dios nunca se apartaría de él sólo si andaba en los caminos de Dios (1 Reyes 3:14).

A pesar del increíble don de sabiduría divina que le dio fama se extendió a los cuatro rincones de la tierra, al final de su vida, Salomón no anduvo en los caminos de Dios. Y Dios no estaba tan interesado en el hermoso templo que Salomón construyó para Él como en Su posición en el corazón de Salomón.

Pregúntate a ti mismo: ¿Quieres ser conocido solo como alguien que recibió los milagros de Dios, que trabajó por la causa de Dios o que anduvo en Sus caminos? Muchos quieren trabajar para Jesús pero pocos están listos para ser Sus amigos. Para ser Su amigo, tienes que andar en Sus caminos. ¿Cómo conocemos Sus caminos? A través de Su Palabra, por Su Espíritu.

Aunque tu vida, tus sentimientos, tu situación puedan ser inestables, sólo puedes permanecer firme cuando decides, contra viento y marea, caminar en los caminos de Dios. Entonces, podrás decir junto con los generales de la fe que tu debilidad se convirtió en fortaleza (Hebreos 11:34).





EL DUEÑO DE MI ALMA

¿Cuál es el valor de la vida humana? No importa cuántas riquezas poseamos, o cuántas posesiones tengamos en esta vida, nunca jamás podremos tener lo suficiente para ser dueños de nuestra alma. Sólo Dios es quien determina el principio y el fin de la vida, y sólo Él puede redimir nuestra alma, para darnos la vida eterna.

CONTINUAMENTE

La Biblia dice en el Salmo 121:3 que Dios nunca cierra Sus ojos sobre nosotros, que Él vela por nosotros, Él que nos guarda no se adormece ni duerme. Si Él está con nosotros todo el tiempo ¿por qué entonces muchos de nosotros sólo buscamos refugio en Él ocasionalmente?

TU CORAZÓN ESTÁ EN SUS MANOS

¿Tienes ganas de rendirte cuando oras por situaciones o personas? No te desanimes, porque la oración no son palabras vacías, sino el reconocimiento de que existe un reino superior que controla los mundos visible e invisible. Y el Rey de este reino es el Rey de tu corazón. Cuando Él dice sí, nadie puede decir no.