«Y Moisés dijo al pueblo: No temáis; estad firmes, y ved la salvación que Jehová hará hoy con vosotros; porque los egipcios que hoy habéis visto, nunca más para siempre los veréis. Jehová peleará por vosotros, y vosotros estaréis tranquilos». Éxodo 14:1314





Esta fue la respuesta de fe de Moisés mientras los hijos de Israel estaban aterrorizados, atrapados entre el embravecido mar Rojo y el ejército que los perseguía con 600 carros.

Al oír el clamor de su pueblo, Dios sacó a los israelitas de la tierra de la esclavitud. El mar Rojo fue un punto de tránsito en el plan de Dios para el viaje hacia la libertad. No fue un error, sino una estrategia calculada para permitirles cruzar a tierra seca. Mientras el pueblo se concentraba en su temor por la amenaza que les rodeaba, Dios abrió un camino donde parecía no haberlo.

Dios tiene una manera de revelarse como Señor sobre nuestras vidas. A menudo, Dios se nos presenta como el Dios Poderoso en medio de todas las imposibilidades. «Y el Señor dijo a Moisés: «Di a los hijos de Israel que avancen». Él no impidió que el ejército del faraón persiguiera a los israelitas ni evitó el camino hacia el mar Rojo. Dios no esquiva las crisis, sino que las ve como un desafío para traer gloria y honor a Su nombre. Él partió el mar Rojo para que Su pueblo cruzara a tierra seca. Dios no requiere el permiso de nadie antes de rescatar a Su pueblo de una manera que está más allá de la comprensión humana.

Como creyente, la situación a la que te enfrentas no debe llamar tu atención hacia lo que está delante, detrás o a tu alrededor, sino hacia Aquel que está contigo, Dios. Esa situación no es para temer ni lamentarse, sino para tener el coraje de seguir luchando a las órdenes del Señor. Si tu situación parece insistir en permanecer, no te rindas; mantén tu paso firme y, por fe dale a Dios el tiempo y la oportunidad de mostrar Su poderoso poder. Así como Dios instruyó a Moisés a seguir adelante, mantén tu movimiento hacia adelante. Es cuando tu corazón se queda quieto y continúas avanzando por fe, que Su asombroso poder entrará forzosamente en escena para abrirse paso, y comenzarás a caminar sobre tierra seca en medio de las aguas embravecidas.

EL DUEÑO DE MI ALMA

¿Cuál es el valor de la vida humana? No importa cuántas riquezas poseamos, o cuántas posesiones tengamos en esta vida, nunca jamás podremos tener lo suficiente para ser dueños de nuestra alma. Sólo Dios es quien determina el principio y el fin de la vida, y sólo Él puede redimir nuestra alma, para darnos la vida eterna.

CONTINUAMENTE

La Biblia dice en el Salmo 121:3 que Dios nunca cierra Sus ojos sobre nosotros, que Él vela por nosotros, Él que nos guarda no se adormece ni duerme. Si Él está con nosotros todo el tiempo ¿por qué entonces muchos de nosotros sólo buscamos refugio en Él ocasionalmente?

TU CORAZÓN ESTÁ EN SUS MANOS

¿Tienes ganas de rendirte cuando oras por situaciones o personas? No te desanimes, porque la oración no son palabras vacías, sino el reconocimiento de que existe un reino superior que controla los mundos visible e invisible. Y el Rey de este reino es el Rey de tu corazón. Cuando Él dice sí, nadie puede decir no.