«Habráallí una calzada que ,
será llamada Camino de Santidad.
No viajarán por ella los impuros».




Isaías 35:8







Jesús nos enseñó en Mateo 5:8 que sólo los puros de corazón verán a Dios. Esto significa que lo que hay dentro de ti es lo que te hace puro o impuro a los ojos de Dios.

La verdadera felicidad de ver a Dios es solamente para aquellos que son puros de corazón. Dios ha puesto delante de ti el camino hacia la eternidad. Para caminar por el camino de la santidad, debes estar limpio en tu interior, porque eso es lo más importante para Dios. Por la fe en el poder limpiador de la sangre de Jesucristo somos purificados.

Para llegar al Cielo, el requisito de la purificación debe cumplirse. ¿Estás en el camino correcto? El camino al Cielo comienza por el lado de la muerte, y la entrada es fácil de encontrar. Jesucristo dijo: «Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida». (Juan 14:16). ¿Estás preparado para el viaje de justicia? Todo lo que necesitas es ir por el camino de la Cruz; en otras palabras, seguir el camino de la fe, la humildad y la auto-negación porque nuestra voluntad debe someterse a la voluntad de Dios antes de que el poder santificador y purificador de Dios pueda obrar en nosotros. La santificación nos conduce a la presencia de Dios.

En Romanos 10:1-13, Pablo declaró que el camino al Cielo no es difícil de encontrar ni de acceder. Está justo delante de nosotros, en la Palabra de Dios. Hay un poder purificador y santificador en la Palabra de Dios. (Juan 15:3; Juan 17:17). ¿Qué dice la Palabra de Dios? La Biblia dice que todo aquel que invoque el nombre del Señor será salvo, (Romanos 10:13). Cuando aceptamos a Jesucristo como nuestro Señor y Salvador, tenemos la verdadera presencia de Dios en nuestro corazón a través del Espíritu Santo. Hay seguridad, y paz en la presencia de Dios.


Oh Espíritu Santo, atrae mi corazón para que pueda amar lo que es santo, en el nombre de Jesús.

DIOS PRIMERO

Aprendamos de David, que estaba dispuesto a ser humillado ante sus propios ojos para que Dios fuera honrado. Pregúntate a ti mismo: ¿Qué lugar ocupa honrar a Dios en tu lista de prioridades? ¿Le das gracias por todo lo que ha hecho en tu vida, a lo largo de todo el camino? Mientras que los hombres miran el exterior, Dios mira los motivos del corazón. En lugar de preocuparte por la opinión de los demás sobre ti, deja que el motivo de tu corazón cada día sea honrar a Dios antes que a ti mismo.

EL SACRIFICIO DE JUSTICIA

No hay un tiempo para hacer lo que es correcto. Debemos disponer nuestro corazón para obedecer la Palabra de Dios, todo el tiempo. El estilo de vida de Dios nos llama a hacer lo que es correcto a los ojos de Dios en todo tiempo, aunque sea contrario a lo que por naturaleza queremos hacer. Elegir hacer lo correcto es una gran prueba para nuestra carne.

¿Qu¿Qué es el sacrificio de justicia? Elegir hacer la voluntad de Dios en lugar de la nuestra. Cuando nuestra carne dice odio, Dios dice amor. Se necesita amor sacrificial para amar a tu enemigo y orar por él. Estas son las armas de la justicia. Este es el sacrificio que Jesús mira y recompensa. Aunque no sea un sacrificio grande o en el exterior, es lo que Jesús valora.

UNA VIDA NUEVA

Cuando hablamos de la resurrección de nuestro Señor Jesucristo, estamos hablando de la excepcional oportunidad que Él ha dado a todos los creyentes de experimentar un nuevo comienzo; una situación en la que cada área muerta de nuestras vidas recibe una nueva vida.

Estamos muertos a nuestro pasado y vivos para nuestro futuro. El poder del pecado sobre nosotros ha sido roto y ahora nos revestimos de la nueva vida de Cristo: en Él vivimos, en Él nos movemos y en Él tenemos nuestro ser. Este es el significado de la resurrección.