El Primer Paso
¿Sabías que al caminar en oscuridad, dolor, pena, decepción, rechazo, frustración y engaño, el Reparador, el Restaurador, el Sanador, el Salvador, la Verdad, la Luz del mundo camina hacia ti?
Tú no eres el que está buscando a Jesús, ¡Jesús es Aquel que busca por ti! Tú no eres el que lo amó primero, ¡Jesús es Aquel que te amo primero y nadie podrá amarte tanto como Aquel que te creó. Tú no lo elegiste a Él, ¡Él te eligió a ti! (Juan 15:16). Dios envió a Su Hijo Jesucristo a la tierra para traer al hombre, Su viejo amigo, de vuelta a Sí mismo.
Jesucristo vino a restaurar la relación y la fraternidad entre Dios y el hombre que fueron rotas a causa del pecado.
Necesitas la presencia de Dios porque estás indefenso e inseguro.
Necesitas la presencia de Dios porque enfrentas imposibilidades.
Necesitas la presencia de Dios porque te sientes lejos de Él.
Necesitas la presencia de Dios porque estás solo.
Necesitas la presencia de Dios porque lo necesitas contigo.
Necesitas la presencia de Dios porque precisas de un Amigo más cercano que un hermano.
Solo la comunión con Cristo es la que establece un sentido más profundo de intimidad con Dios. Jesús es Dios mismo deletreándose en un lenguaje que el hombre pueda entender (Hebreos 1:1-2). Dios nos habla a través de Su Palabra por Su Espíritu. Jesús está esperando por ti hoy. Él está esperando por tu corazón.
Necesitas posicionarte para que el Espíritu Santo te vea. ¡Posiciónate y Dios te posicionará para tu salvación! ¡Su Reino está a la mano! Aceptar a Jesús no es un mero acto religioso; se requiere de una decisión de corazón que brota de una convicción interior (Romanos 14:5). ¿Por qué? Porque la Cristiandad es una relación viva con Dios, en otras palabras, ¡ser un Cristiano es un asunto del corazón! (Juan 3:5-6; Romanos 10:10).
No todo depende de Dios, y ciertamente, no todo depende de ti. Se requiere de la habilidad de Dios y tu propia disposición para traer este nuevo nacimiento. La parte de Dios es que Su Palabra edifique la fe y Su gracia cubra el pecado. Tu parte es escuchar y obedecer.
Mateo 15:8 nos ha dado la clave para ser escuchados por Dios. Se acabaron los días en los que hablábamos con nuestros labios lo que no creíamos en con el corazón. Si tu corazón está listo ahora para tomar la decisión más importante, puedes decir esta oración que transforma la vida y salva el alma:
«Señor Jesús, te necesito. Soy un pecador.
Ven a mi corazón.
Lávame con Tu preciosa Sangre.
Salva mi alma hoy».
EL SEGUNDO PASO: CRECER EN LA SEMEJANZA DE CRISTO
La conversión solo ocurre una vez en la vida; la semejanza de Cristo es para siempre. El Espíritu Santo es el único medio de crecimiento en nuestra vida Cristiana. El asunto principal del Cristianismo no se trata de las cosas que hacemos sino de la relación que mantenemos con Jesús y la atmósfera producida por esa relación, la atmósfera de los frutos del Espíritu. Notarás una diferencia en tu interior. La paz y el gozo que Cristo da no es como la que el mundo da (Juan 14:27).
La decisión más importante de nuestra vida es lo qué hacemos con Jesucristo, la segunda decisión más importante es seguir sus pasos diariamente, a través de Su Palabra y por Su Espíritu.
Al iniciar tu viaje con Jesús, la Biblia será tu mapa. Lee tu Biblia diariamente y pídele al Espíritu Santo que guie tu lectura. La Biblia no es un libro ordinario, es un libro poco común que requiere una lectura poco común. Es un libro que nos lee incluso mientras lo leemos. ¡Su Palabra nos busca y nos encuentra!
La única manera de sentirte bien contigo mismo es empezar a creer y a aceptar lo que Jesucristo ha hecho por ti. Él murió por ti, Él reina en poder por ti y aún está orando por ti. Conocer al Salvador, Jesucristo, trae un gozo inmenso: ¡el tipo de gozo que nada lo puede destruir!
Apunta la fecha de hoy: ¡El gozo de la salvación ha empezado a fluir!