Y Jehová dijo a Gedeón: «El pueblo que está contigo es mucho para que yo entregue a los madianitas en su mano, no sea que se alabe Israel contra mí, diciendo: Mi mano me ha salvado». Jueces 7:2

De los 32.000 soldados que estaban con Gedeón, Dios permitió que sólo 300 lo acompañaran a luchar y ganar la batalla. Gedeón podría haberse resistido a las instrucciones de Dios y confiar en su fuerza natural, pero decidió obedecer y en Hebreos 11 se le nombra como uno de los héroes de la fe.
Si David hubiera igualado a Goliat en su encuentro, fuerza por fuerza, armadura por armadura, estatura por estatura, ¿dónde estaría la gloria de Dios en la victoria? (1 Samuel 17)
Pregúntate, ¿existen muchos soldados en tu vida? ¿Atribuyes lo bueno a tu propio esfuerzo o permites que la fuerza de Dios se manifieste en tus debilidades? A menudo, Dios actúa a través de las dificultades de la vida para hacernos depender no de la fuerza natural, sino únicamente de Dios.
La decepción de Pedro lo llevó a su encuentro con Jesús (Lucas 5). El aguijón de Pablo mantuvo sus ojos puestos en Jesús para que entendiera el secreto hay fortaleza en la debilidad cuando Dios está involucrado (2 Corintios 12).
¿Estás sufriendo, estás en necesidad, estás herido o decepcionado? ¿Estás envuelto en una gran batalla? La victoria en Cristo Jesús siempre estará ahí para quienes reconozcan esta verdad: Dios siempre sale a nuestro encuentro en el punto de nuestra debilidad, porque es ahí donde Su fortaleza se perfecciona. Por lo tanto, permite que hoy Dios intervenga en tu debilidad y Él la convertirá en fortaleza, y cuando mires hacia atrás en este tiempo, te darás cuenta de por qué Dios eliminó a los muchos soldados que había en tu vida, para que sólo Él pueda llevarse la gloria.

DIOS PRIMERO

Aprendamos de David, que estaba dispuesto a ser humillado ante sus propios ojos para que Dios fuera honrado. Pregúntate a ti mismo: ¿Qué lugar ocupa honrar a Dios en tu lista de prioridades? ¿Le das gracias por todo lo que ha hecho en tu vida, a lo largo de todo el camino? Mientras que los hombres miran el exterior, Dios mira los motivos del corazón. En lugar de preocuparte por la opinión de los demás sobre ti, deja que el motivo de tu corazón cada día sea honrar a Dios antes que a ti mismo.

EL SACRIFICIO DE JUSTICIA

No hay un tiempo para hacer lo que es correcto. Debemos disponer nuestro corazón para obedecer la Palabra de Dios, todo el tiempo. El estilo de vida de Dios nos llama a hacer lo que es correcto a los ojos de Dios en todo tiempo, aunque sea contrario a lo que por naturaleza queremos hacer. Elegir hacer lo correcto es una gran prueba para nuestra carne.

¿Qu¿Qué es el sacrificio de justicia? Elegir hacer la voluntad de Dios en lugar de la nuestra. Cuando nuestra carne dice odio, Dios dice amor. Se necesita amor sacrificial para amar a tu enemigo y orar por él. Estas son las armas de la justicia. Este es el sacrificio que Jesús mira y recompensa. Aunque no sea un sacrificio grande o en el exterior, es lo que Jesús valora.

UNA VIDA NUEVA

Cuando hablamos de la resurrección de nuestro Señor Jesucristo, estamos hablando de la excepcional oportunidad que Él ha dado a todos los creyentes de experimentar un nuevo comienzo; una situación en la que cada área muerta de nuestras vidas recibe una nueva vida.

Estamos muertos a nuestro pasado y vivos para nuestro futuro. El poder del pecado sobre nosotros ha sido roto y ahora nos revestimos de la nueva vida de Cristo: en Él vivimos, en Él nos movemos y en Él tenemos nuestro ser. Este es el significado de la resurrección.