«y todo lo que no proviene de la fe, es pecado».



Romanos 14:23

¿Qué es la fe? La fe es del corazón del hombre, el cual es el punto de comunicación del Espíritu Santo. Cuando las personas trabajan duro con toda su fuerza, mente y poder, piensan que hacen el trabajo desde su corazón. Es muy fácil para las personas afirmar que algo es de su corazón. «porque Jehová escudriña los corazones de todos, y entiende todo intento de los pensamientos». (1 Crónicas 28:9) No con ejército, ni con fuerza, sino con mi Espíritu, ha dicho Jehová de los ejércitos. (Zacarías 4:6)





Nunca vinimos a este mundo por nuestro deseo, sino que fue el diseño de Dios que llegáramos a existir. Por lo tanto, todo lo que suceda a continuación debe ser por diseño y voluntad de Dios. El hombre ha sido creado para la gloria de Dios. (Isaías 43:7) Esto significa que la inspiración de Dios debe alumbrar cada etapa de la vida. Una vez que recibimos la inspiración, nos interesa aceptarla y estar convencidos en nuestro corazón. Una vez convencidos, actuamos en consecuencia para la gloria de Dios, para el propósito por el cual Dios nos ha creado. En cada paso que demos, en cada decisión que tomemos en esta vida, seamos capaces de decir: «Esto viene de mi corazón, para gloria de Dios».

¿Sabes que eres una obra maestra de oro de Jesús, hecha para la gloria de Dios? Para que el oro sea oro, tiene que pasar por el horno. Lo que necesita el oro para ser oro es lo que necesitamos nosotros para ser una obra maestra de oro de Jesús; eso es una prueba de fe. Nuestras pruebas pueden ser las pruebas de la vida o la tentación. En el momento de la convicción, el corazón debe saber si lo que se ha hecho proviene de la fe o no. Ahora la pregunta es: En la hora de la tentación, ¿estará allí tu fe para alabar tu obra o para condenarla? No lo olvides, cualquier cosa que un hombre diga puede liberar o negar lo que cree en su corazón. En referencia al estándar de Dios, superar esta prueba te calificará como una obra maestra del oro de Jesús.



«Cada uno esté plenamente convencido en su propia mente». (Romanos 14:5)





ASEGURA TU CORAZÓN

Una casa construida sobre la roca permanece para siempre.
Por la fe, comenzamos a ver no a nuestras debilidades sino a creer que tenemos la justicia de Dios en Cristo Jesús. La justicia es la posición correcta delante de Dios. En Su presencia, tu corazón está seguro.

RENUEVA TU ESPÍRITU

A pesar de cuidar mucho nuestro aspecto físico, muchos de nosotros estamos desanimados, frustrados, temerosos, enojados, amargados y ofendidos en nuestro interior, y eso se manifiesta en nuestras palabras y en nuestro comportamiento, por mucho que intentemos ocultarlo. ¿Por qué? Porque nuestro corazón no está limpio y nuestra mente no está renovada.

CONDENADO POR TU CONCIENCIA

A menudo, la reprensión más fuerte es la que viene de nuestro interior. Porque los motivos de nuestro corazón no se pueden ocultar, y nadie nos conoce mejor que nosotros mismos. Por eso, si somos condenados por nuestra conciencia, hay esperanza para nosotros.