UNA NUEVA PUERTA, UNA NUEVA ESTACIÓN Y UN NUEVO VIAJE

Daniel 2:20-22 Y Daniel habló y dijo: Sea bendito el nombre de Dios de siglos en siglos, porque suyos son el poder y la sabiduría. El muda los tiempos y las edades; quita reyes, y pone reyes; da la sabiduría a los sabios, y la ciencia a los entendidos. El revela lo profundo y lo escondido; conoce lo que está en tinieblas, y con él mora la luz.

Génesis 1:14 Dijo luego Dios: Haya lumbreras en la expansión de los cielos para separar el día de la noche; y sirvan de señales para las estaciones, para días y años.

Estas escrituras indican claramente que es Dios quien determina los tiempos y las estaciones de la vida.
Dios es el Pastor Divino que abre la puerta y elige el camino; los creyentes eligen cómo atravesar esa puerta: por fe. Dios tiene un mapa de ruta. Dios es un Dios de propósito. Para cumplir ese propósito divino Dios tiene una agenda.

Hoy, muchos tienen un calendario, pero no tienen una agenda. Los que no tienen agenda viven por rutina, guiados por su reloj que regula el principio y el fin de sus actividades diarias.

Dios creó al hombre con un propósito. En la mente de Dios cada ser humano que Él creó es parte interesada de Su plan maestro. Es deber y responsabilidad de cada uno averiguar el propósito de Dios para su vida. Por eso Dios nos dio las Escrituras para trazar nuestro curso divino y nuestra causa en la vida. Mateo 7:7; Jeremías 33:3.

Tener una agenda es tener un propósito, proyectos o un plan. Esa agenda registra un conjunto de acciones planificadas necesarias para alcanzar un objetivo deseado.

Dios ejecuta Su plan maestro usando Su agenda y tiempo Divinos.
– Su agenda registra por adelantado lo que va a pasar en tu vida.
– Su tiempo determina cuándo va a suceder.

En la manera de Dios de hacer las cosas, la agenda de Dios y Su tiempo nunca entran en conflicto. Todo se cumple en el tiempo señalado por Dios.

El plan del hombre a menudo tropieza con la roca de las incertidumbres de la vida y se convierte en decepción. Si no quieres acabar en el fracaso, adopta el plan de Dios, porque Dios siempre respalda su plan poniendo en marcha fuerzas divinas para que se cumpla. Su agenda es el plan seguro del éxito con diferencia.

DIOS PRIMERO

Aprendamos de David, que estaba dispuesto a ser humillado ante sus propios ojos para que Dios fuera honrado. Pregúntate a ti mismo: ¿Qué lugar ocupa honrar a Dios en tu lista de prioridades? ¿Le das gracias por todo lo que ha hecho en tu vida, a lo largo de todo el camino? Mientras que los hombres miran el exterior, Dios mira los motivos del corazón. En lugar de preocuparte por la opinión de los demás sobre ti, deja que el motivo de tu corazón cada día sea honrar a Dios antes que a ti mismo.

EL SACRIFICIO DE JUSTICIA

No hay un tiempo para hacer lo que es correcto. Debemos disponer nuestro corazón para obedecer la Palabra de Dios, todo el tiempo. El estilo de vida de Dios nos llama a hacer lo que es correcto a los ojos de Dios en todo tiempo, aunque sea contrario a lo que por naturaleza queremos hacer. Elegir hacer lo correcto es una gran prueba para nuestra carne.

¿Qu¿Qué es el sacrificio de justicia? Elegir hacer la voluntad de Dios en lugar de la nuestra. Cuando nuestra carne dice odio, Dios dice amor. Se necesita amor sacrificial para amar a tu enemigo y orar por él. Estas son las armas de la justicia. Este es el sacrificio que Jesús mira y recompensa. Aunque no sea un sacrificio grande o en el exterior, es lo que Jesús valora.

UNA VIDA NUEVA

Cuando hablamos de la resurrección de nuestro Señor Jesucristo, estamos hablando de la excepcional oportunidad que Él ha dado a todos los creyentes de experimentar un nuevo comienzo; una situación en la que cada área muerta de nuestras vidas recibe una nueva vida.

Estamos muertos a nuestro pasado y vivos para nuestro futuro. El poder del pecado sobre nosotros ha sido roto y ahora nos revestimos de la nueva vida de Cristo: en Él vivimos, en Él nos movemos y en Él tenemos nuestro ser. Este es el significado de la resurrección.